Ha pasado poco más de un año del lanzamiento de Uncharted 4, la prometida última aparición de Nathan Drake en el mundo de los videojuegos. Sin embargo, la saga per se está lejos de desaparecer, y prueba de ello es el estreno de este globo de ensayo llamado The Lost Legacy (El Legado perdido, por estos lares).
Uncharted 4 fue uno de los mejores títulos del año pasado, y no hay motivos para dudar de que esta “expansión independiente” no siga la misma estela de calidad. Sin embargo, queda pendiente saber si la saga de Naughty Dog puede sobrevivir sin Nathan Drake. De momento, la posta la toman Chloe Frazer y Nadine Ross.
Lo bueno
The Lost Legacy se ubica cronológicamente meses después de los acontecimientos de Uncharted 4, y narra las desventuras de la cazadora de tesoros Chloe Frazer y de la mercenaria Nadine Ross en la búsqueda del Colmillo de Ganesha, en la India.
Creo que la campaña es interesante, bien narrada y presenta personajes -aunque estereotípicos- con bastante personalidad e impacto. Me agradó especialmente el inicio de la campaña, en el que nos presenta la guerra civil que se vive en la India. Esto sirve como telón de fondo de las acciones y hasta en el desenlace se toman decisiones con el conflicto bélico en la cabeza.
Acá vale una reflexión. The Lost Legacy trata de hacer una reflexión de la violencia. Sin embargo, creo que hay cierta incongruencia, ya que mientras Frazer rechaza los horrores de la guerra, no para de enfrentar a los enemigos a balazos. La caza tesoros tiene más sangre en sus manos que cualquiera de sus enemigos. Pero bueno, estamos ante un Uncharted, así que no nos pongamos demasiado serios.
Hablemos un poco de la jugabilidad. Acá se puede acusar al juego de continuista, ya que el control de Chloe y sus habilidades son idénticas a las que tenía Drake en Uncharted 4. Sin embargo, creo que por estar ante una expansión no se le puede exigir mucho al producto y, todo lo contrario, disfrutar de uno de los mejores apartados jugables de la franquicia.
A nivel gráfico, la misma historia. The Lost Legacy sigue la estela de Uncharted 4. Luce impresionante, y eso que lo jugué en mi veterana PlayStation 4. Esta expansión destaca más al momento de recrear escenarios, portentos con innumerable cantidad de detalles: selvas vivas, valles preciosistas, ruinas monumentales.
La música también juega un papel muy importante, con piezas adecuadas para la ocasión aunque sin mucho alarde. Los efectos sonoros, de igual forma, son notables y plasman de manera realista lo que vemos en pantalla.
Acá me permito destacar los diálogos. Son variados, entretenidos, graciosos, algunos hasta con su pizca de humor negro. Pero lo que más me llamó la atención es que si por algún motivo se interrumpe una conversación, esta se retomará de manera muy natural. Escuchar a los personajes decir “Como te iba diciendo”, y volver al tema anterior, es algo realmente sobresaliente.
Pese a ser una expansión con una campaña relativamente corta (unas 8 horas), esta goza de algunos extras a tomar en cuenta. Tenemos un apartado multijugador y un modo sobrevivencia que le darán muchas horas más de vida al juego. Por 40 dólares, estamos recibiendo más de lo habitual en lanzamientos de este tipo.
Lo malo
Uno de los principales atractivos de la expansión es que tenemos una fase íntegra de mundo abierto en el que tendremos encargos principales y una misión secundaria a nuestra disposición. Tenemos cierta libertad de acciones.
Sin embargo, acá el juego afronta un problema: todas las misiones o encargos están basados en llegar a un lugar y liberarlos de enemigos. Sí, tenemos el complemento del sigilo para matar a los enemigos sin ser detectados, pero eso no quita que esencialmente estemos ante la típica misión de “mata a todos”. La expansión extraña en demasía más variedad de situaciones.
Saludo que haya una mayor cantidad de puzles, pero ninguno revierte mucho trabajo o se presenta como un quebradero de cabeza. Los acertijos son de fácil solución y si tenemos algún problema no tardará en aparecer una ayuda en pantalla. Más adelante hablaré en detalle de esto.
En la misma tónica, se puede decir que el juego es bastante accesible. No tiene un nivel de dificultad elevado, con enemigos que pueden ver “algo sospechoso”, pero al poco tiempo se tranquilizan y vuelven a realizar su recorrido de siempre. Para quienes buscan un reto, la recomendación es iniciar de frente en el nivel de dificultad más elevado.
El mapa es un elemento importante en un mundo abierto, pero en The Lost Legacy este artículo no nos ayuda mucho. Sacarlo detiene las acciones en seco y tenemos que tantear el camino a seguir. Lo curioso es que la protagonista tiene en todo momento un moderno teléfono inteligente, pero este carece de GPS.
El juego cuenta con un más que aceptable doblaje al español latinoamericano, acertado y -lo mejor- neutral, sin modismos mexicanos que puedan llevar a confusiones. Lo malo es que en un par de momentos no se escuchan bien los diálogos, opacados por los efectos sonoros. Una revisión en la mezcla de sonidos es necesaria.