Dark Souls, sucesor espiritual del exclusivo de PS3 Demon's Souls, rescata la propuesta de rol de acción japonés, manteniendo la fórmula casi intacta y dejándose ver por primera vez en PS3 y Xbox 360. También trae consigo un universo completamente distinto, pero manteniendo la temática de fantasía oscura. El videojuego de From Software se configura finalmente como un título de culto y uno de los mayores exponentes de la séptima generación de consolas tanto por su alto nivel de dificultad y exigencia como su cuidado diseño de niveles y su atmósfera tétrica y opresiva.
Dark Souls nos pone en la piel de un Hueco, una criatura antaño humana sobre la que pesa una maldición: morir y vagar por los mundos de Lordran. Matando enemigos, encendiendo hogueras, y leyendo los mensajes de otros jugadores, para descubrir el destino de su especie. La experiencia de Dark Souls se amplía con un DLC titulado Artorias of the Abyss, que introduce nuevos jefes y el reino de Oolacile.